Rosa María siempre estuvo consciente de que tendría que esforzarse mucho si quería salir del mundo en el que estaba viviendo. Con grandes esfuerzos pudo adelantar sus estudios al tiempo que trabajaba en todo lo que se le presentaba. En la universidad conoció a Rosa Emilia, quien a la postre sería su mejor amiga y por cosas del destino también su más terrible enemiga. Rosa Emilia era hija de un político inescrupuloso que había cosechado una fortuna inmensa. Las dos se convirtieron en excelentes amigas a pesar de sus diferencias económicas y forjaron una “sociedad” de mutuo beneficio: Rosa Emilia ayudaba a Rosa María económicamente mientras ésta le colaboraba en la parte académica. Y fue el día de la fiesta de grado de las dos Rosas cuando se encontrarían con el hombre que cambiaría sus vidas: Ricardo Díaz, un Ingeniero Civil de clase media que trabajaba en la empresa de don Hildebrando. Desde siempre Hildebrando ha sentido atracción por Rosa María, a quien conoció desde que él era humilde. Ricardo además de ser atractivo es mujeriego y amante de la vida fácil. Ricardo se enamora de Rosa María pero no deja de pensar en que Rosa Emilia –quien además le hace todo tipo de insinuaciones- le puede garantizar un futuro económico. Hildebrando se entera del romance secreto entre su empleado y Rosa María, quien para esa época trabaja en su compañía y decide vengarse involucrándola en la firma de documentos que la llevarán a la cárcel. Al salir Rosa María descubrirá la verdad y declarará la guerra a quienes tanto daño le hicieron. Jugará el mismo juego del engaño de sus adversarios. Las Rosas se enfrascarán entonces en una batalla por el amor, la lealtad y la justicia. (The War of The Roses).